Las frases sueltas y mezcladas formaban un tumultuoso rompecabezas en movimiento. Todas clamaban consignas opuestas, irreversibles, nunca consecuentes.Y fue su busqueda encontrar conexiones donde parecia imposible, hacer amigas a las palabras y mover las fichas para develar el secreto.
Mostrar, decir, conceder y morir, palabras que marcaron su camino sin moverlo. Crear fue su motor, su mejor amiga, su aliada. Fue valiendose de todas ellas para construir otro mundo, otra realidad, una donde su imagen pudiese tener forma.
A veces dejaba de trabajar y retrocedia, atonito, mirando su trabajo. En otras ocasiones pasaba largas horas moviendose de manera sinuosa pero segura.
Sus manos daban forma a la imagen de lo que queria ser, decir y estar, su entusiasmo tomaba colores diferentes y se arremolinaba sobre su cabeza.
Y justo antes de terminar lo invadio una inevitable felicidad.
Ya habia visto su cara.